Presentación a la Galería sobre las Áfricas Imaginarias...

Quizás no exista un continente más literario que África. Desde tiempos homéricos hasta el presente, pasando por Herodoto, Ibn Batuta, Al-Bakri, Richard Burton, Joseph Conrad, Karen Blixen, Graham Greene y Ernest Hemingway, la literatura ha sido el canal que en mayor medida ha materializado (y diseminado) las distintas concepciones sobre lo africano. Precisamente esas selvas, esos desiertos, esas sabanas interminables que caracterizan el África que todos imaginamos son las que tradicionalmente han marcado el límite reconocible entre la "civilización" y la "barbarie". Y es que esa África imaginada, tan vigente todavía, fue uno de los principales recursos utilizados por los ilustrados europeos que se embarcaron en la aventura de construir el metarrelato de la superioridad occidental. Por eso es que la imagen del África salvaje -ya sea como selva impenetrable o como caos urbano- se ha mantenido vigente durante tanto tiempo. Nos empeñamos en aferrarnos a esa idea porque en el fondo la necesitamos más de lo que estamos dispuestos a admitir. Seremos civilizados, modernos y vanguardistas en la medida en que las Áfricas imaginadas continúen siendo bárbaras y primitivas. Es por eso que en estos tiempos de incertidumbre el recorrer África constituye el "viaje" por excelencia. Se viaja por una geografía, por unos espacios, pero también por varias dimensiones de tiempo, a la vez que por la propia psiquis del homo occidental y por los hercúleos pilares en que se apoyan sus reclamos de civilización.